Recientemente en las redes sociales han revivido algunos
antiguos debates sobre el estudio de la magia, los cuales podemos resumir en
tres frases:
- Estudiar y practicar las ciencias ocultas en solitario Vs hacerlo en una Escuela de Misterios.
- Mantener la existencia de esas escuelas de misterios y sus conocimientos en secreto Vs darlos a conocer al público en general.
- Realizar los estudios en forma gratuita Vs hacerlo a cambio de una contraprestación.
Aristóteles y Platón impartiendo una academia en Piraeus. |
Alquimistas en el proceso de destilación, del Liber
de arte Distillandi de Hieronymus Brunschwig, 1512.
|
Ahora abordemos el segundo punto. Pienso que siempre ha sido
tema de polémica el mantener o no en secreto las escuelas de misterios. Sin
querer ahondar en cuestiones históricas, es posible rastrear momentos
históricos en que el estudio de las ciencias ocultas ha estado abierto al
público y otros momentos en que ha sido totalmente proscrito, aunque siendo
siempre una constante el hecho de que los estudios más avanzados han estado
reservados para quienes se han mostrado preparados para ello. A veces, las
escuelas han estado a la vista de todos, como en el antiguo Egipto o en la
Grecia clásica; otras veces han estado no solo prohibidas, sino que su práctica
se pagaba con la pena de muerte, como en la Edad Media. Así pues, algunas veces
estas escuelas se ocultaron para evitar la persecución, otras veces para
compartir sus conocimientos sólo con una pequeña élite, algunas otras por temor
a que el vulgo hiciera mal uso de estas enseñanzas. Hoy vivimos en un mundo
diferente: lo que antes eran sofisticados secretos militares sobre fabricación
de armas, encriptación de las comunicaciones y técnicas de combate y
supervivencia, hoy se pueden encontrar en internet y ver en la televisión; los
secretos de la construcción de grandes edificios se pueden encontrar en cualquier
libro de arquitectura; los secretos de las plantas medicinales dejaron de serlo
hace muchos años y. desde que somos jóvenes nos enseñan técnicas de reanimación
cardiopulmonar mucho más avanzadas y refinadas que aquellas que hace cientos de
años se transmitían entre una pequeña élite de iniciados y que dieron pie al
mito de la resucitación de los muertos. Entonces, si ya no hay persecuciones,
si ya hay no solo apertura al conocimiento, sino un hambre insaciable de éste, ¿por
qué no señalar las puertas de las escuelas de desarrollo espiritual, en lugar
de mantenerlas ocultas? Que sea decisión de cada quien si llama o no a una o
varias puertas, y que al hacerlo, lo haga en forma consciente e informada. Una
vez que la puerta sea abierta, será cuestión del alumno prosperar en ese
sendero. Para quien diga que aun así, el conocimiento esotérico debe permanecer
en secreto, le diré que nada hay más egoísta que atesorar el conocimiento para
unos cuantos, dejando que el resto viva en la ignorancia, y que es precisamente
por esa forma de pensar, que existe tanta impunidad y maldad en el mundo, y que
existen gobiernos abusivos y corruptos, pues en lo general, los sistemas
educativos nos instruyen a medias y en forma sesgada. Sin embargo, para su
tranquilidad, afirmaré que siempre habrá técnicas y conocimientos reservados
para quienes se han ganado el derecho de poseerlos, de igual forma a como
ocurre en la vida moderna, en que los secretos tecnológicos, financieros e
industriales, son el capital intelectual que hace la diferencia entre las
empresas.
Toca el turno al punto más polémico: pagar o no pagar.
Comencemos con el hecho irrefutable de que todo en la vida tiene un precio,
pues realizar cualquier actividad, desde el acto mismo de respirar, tiene un
costo. Desde épocas remotas, cuando empezó a aparecer la especialización en el
trabajo, aparecieron los primeros profesores, personas especializadas en la
enseñanza, que se ganan la vida compartiendo con otros lo que saben, junto con
lo que también aparecieron los primeros autodidactas, personas que por algún motivo
prefirieron ahorrarse ese pago educándose por sí mismos. Aplicándolo a las
escuelas de desarrollo espiritual, siempre ha habido dos vertientes, aquella en
la que las personas se unen a gremios, organizaciones, órdenes, escuelas, monasterios,
templos, logias y capítulos, cooperando ya sea con dinero o con trabajo para
que no desaparezcan por falta de recursos para el sostenimiento de la misma
(renta de un local, mantenimiento de instalaciones, insumos, papelería, impresiones,
seguridad, renta de un dominio y un servidor para sitios web, etc.), o bien, aquella
otra en que el practicante elige una vida aislada y contemplativa, como la de
los ermitaños, los anacoretas y los ascetas… y aun así, normalmente requieren
del apoyo de las personas para satisfacer sus necesidades más esenciales. Aclarado
lo anterior, el punto es que actualmente, cualquier persona puede buscar en
internet, descargar gratuitamente muchos libros, visitar blogs y comenzar a
estudiar y practicar por su propia cuenta no sólo magia, sino casi cualquier
cosa, y si usted decide hacerlo así, magnífico, de hecho, casi todos empezamos
así. El problema es que hay límites con los que uno se topa bajo esas
circunstancias, como por ejemplo, la aclaración de dudas, el rellenar los
huecos de información que no vienen en los libros, y el poder pertenecer a un
grupo con el cual compartir y experimentar en forma directa el conocimiento
oculto. Si decide ahorrar su dinero y optar por la información que
gratuitamente abunda en internet, le aseguro que va a aprender y a crecer,
lleno de satisfacción, pero en forma lenta vacilante, ya que se encontrará a si
mismo buscando por todos lados un camino que no es fácil encontrar. Si por otro
lado usted decide afiliarse a algún grupo o conseguir algún maestro personal,
gurú o guía, lo más probable es que aprenda, crezca y alcance las mismas
satisfacciones pero en forma más breve, ya que seguirá un camino ya trazado por
quienes le antecedieron, haciendo su desarrollo más eficaz y eficiente. En
resumen, es decisión de cada quien pagar o no por su propio desarrollo
espiritual, sólo que el pago de la membrecía a una orden iniciática, sea cual
sea, asegura la efectividad de su avance en el sendero de la evolución
espiritual en un tiempo razonable.
Educación en la Edad Media. |
De esta forma finalizo, invitando a que cada quien medite lo
expresado, haga sus propias conjeturas y arribe a sus propias conclusiones,
pues en todo caso, lo antes expuesto son sólo análisis efectuados desde mi
particular ángulo, sin la pretensión de crear controversias ni sentar dogmas en
un campo de estudio en el que todas las opiniones son válidas y respetables.
V.H. Frater S.E.M.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario