¿Sabías que la noche de San Juan tiene un origen pagano, relacionado con el culto al sol y la llegada del verano?
Nuestros ancestros celebraban el 21 de junio el solsticio de verano. Los solsticios, que significa “sol quieto”, eran muy importantes para ellos.
Para dar la bienvenida al sol y agradecerle sus beneficios, encendían hogueras en las que quemaban todo lo malo y se purificaban.
Las hogueras también servían para ahuyentar a los malos espíritus y atraer la buena suerte. Saltar por encima del fuego era un ritual de protección.
Más tarde, la Iglesia Católica adoptó esto como conmemoración del nacimiento de Juan Bautista, el 24 de junio. Según la Biblia, Zacarías anunció el nacimiento de su hijo con una gran hoguera.